El que busca encuentra...

11 de febrero de 2014

Y si...

¿Y si solucionáramos nuestros dilemas éticos, gracias a la tecnología, qué pasaría?

Por ejemplo, la alimentación: ya que somos heterótrofos, es decir, para alimentarnos necesitamos consumir otros seres vivos. ¿Y si produjéramos artificialmente nuestro alimento, para no dañar seres vivos? Digamos por medio de tejidos y órganos, o, aún más, por medio de síntesis artificial de nutrimentos.

O el problema de la interrupción voluntaria de embarazos no deseados: si trasladamos la cuestión de la anticoncepción a la reproducción asistida, como sugiere Carl Djerassi, se colectarían los gametos (óvulos y espermatozoides) en su momento ideal, se pondrían en bancos, la gente se esterilizará y, cuando llegue el momento, se llevará a cabo la fertilización in vitro. Cero embarazos no deseados.

Estoy seguro que al sabio lector se le pusieron los pelos de punta y encontró mil nuevos dilemas éticos. Evitamos dañar seres vivos, pero, ¿y lo natural, lo orgánico de la comida?, ¿y los agricultores y sus fuentes de ingresos?, ¿y la belleza bucólica de una milpa cultivada? ¿Y lo natural del embarazo y el parto?, ¿y la manipulación de la reproducción?, ¿y es válido separar la reproducción de la sexualidad, no es acaso pecado? Y, y, y…


Me temo que si usáramos la tecnología para solucionar todos los dilemas éticos, nos inventaríamos otros nuevos. Más aún, seguro habría quien plantearía el dilema ético de usar la tecnología… Sospecho que la especie humana gusta de ponerse trabas y, hasta ahora, la (innegablemente valiosa) ética le ha venido como anillo al dedo.